miércoles, 12 de junio de 2019
martes, 21 de mayo de 2019
Ecuador
La Conquista de Ecuador
El comienzo del siglo XVI fue un punto trascendental dentro de la historia occidental, no sólo por los cambios importantes que comenzaron a darse dentro de la sociedad europea de aquel entonces, sino porque desde la llegada de Colón a América (en aquel entonces Abya Yala) empezó uno de los saqueos y genocidios más grandes y cruentos de la historia universal, hablamos del aniquilamiento sistemático de los pueblos aborígenes de toda América (tanto sus integrantes como sus creencias, cultura y cosmovisión) por parte de los Conquistadores (españoles, británicos, franceses, portugueses). Del sinnúmero de pueblos que vivían en la actual América, ahora quedan pocos y junto con la globalización, la expansión de la industria cultural y el actual modo de producción, se está acabando y mercantilizando los últimos rezagos de todo lo que fueron y significaron estos valiosos pueblos.
La Conquista fue una empresa privada, encabezada por aventureros españoles que obtuvieron autorización de la Corona además de privilegios. Pero con el pasar del tiempo, la Corona asumió el control total sobre las tierras conquistadas y empezó el proceso llamado colonización, en donde se establecieron colonias españolas con el propósito de explotar los recursos naturales y la fuerza laboral nativos, enriqueciendo así únicamente a los grupos dominantes locales y fundamentalmente al naciente Imperio Español. Esto implicó un sistema racista de dominación, donde existió una República de Blancos y una República de Indios.
Esto obligó a que estos dos últimos dejaran de ser actores históricos (no sólo los hombres indígenas y afro, sino aún más las mujeres indígenas y afro), por lo tanto los registros de eventos, hechos, etc. siguientes se transformaron en la Historia del hombre blanco, la única válida y existente por los siguientes siglos que precedieron a la Conquista. Sin embargo, desde hace algunas décadas se comenzó con la investigación histórica en vías de recuperar aquella Historia perdida y nunca contada proveniente de indígenas y afrodescendientes.
Un punto importante a recordar es el proceso de mestizaje que se produjo en gran parte de Latinoamérica. Este mestizaje conllevó la negación de una identidad nativa y nos introdujo a todos dentro de una crisis de identidad que hasta ahora está en vías de ser superado. Configuró al mestizo como parte blanco y parte indígena, al igual que al mulato como parte blanco parte afro. Esto desembocó en un proceso de “blanqueamiento” de la sociedad que fue fundamental en la eliminación y paulatino desaparecimiento de los pueblos aborígenes en toda América.
En esta época las principales actividades económicas eran comandadas y administradas por los blancos, y ejecutada por indígenas. Existía el mecanismo llamado mita, la cual consistía en el tiempo de trabajo obligatorio para cada indígena, el tiempo se distribuía para obras públicas y para los colonos españoles quienes usaban esta mano de obra a su parecer. También existieron los obrajes los cuales eran centros de producción textil, abundantes en toda la Real Audiencia de Quito.
Las aldeas residentes y destruidas
El origen de los primitivos habitantes del Ecuador es algo incierto. Parece ser que pertenecían a la antiquísima raza oceánica llamada puninoide por el cráneo que encontró el alemán Eichstadt en las proximidades de Punin, o también a la raza lagoa santa o puninoide-australoide. Entre los más importantes grupos indígenas que ocupaban el país sobresalen: los caribes o araucos, de origen antillano y oriental; los chibchas, mayoides, mayas y quichés, procedentes de América Central, los collas-araucanos y quechuas, de las antiplanicies peruanas y bolivianas, cuyas últimas oleadas coinciden con la conquista española.
Como organización política fundamental existía una comunidad o ayllú, palabra quechua que significa familia, pariente o tribu; el jefe era el más anciano, si bien podía serlo también una mujer o cacica, quien en caso de guerra transfería el mando al mejor guerrero de la familia. Cada ayllú tenía su tótem o divinidad, sus tradiciones y sus dialectos. Cuando alcanzaban un gran población se fragmentaban, pero el conjunto de linajes del mismo origen formaban una nación, tales como las que conocieron los españoles: túmbez, punaes, huancavilcas, mantas, colorados y cayapas de la Costa; paltas, malacatos, cañaris, puruhaes, pantzaleos, cayambis, caranquis, y pastos en la Sierra; cofanes, quijos, záparos y jíbaros en el Oriente.
La conquista del reino de Quito, iniciada por el inca Túpac Yupanqui en el s.XV, fue terminada por su hijo Huayna-Cápac tras vencer la heroica resistencia de los quiteños; destaca la matanza de miles de caranquis, cuyos cadáveres fueron arrojados a una laguna: la de Yahuarcocha o de la sangre. Los que no se sometieron eran deportados (mitimies) y reemplazados por otros pueblos del Perú o Bolivia. Aun así el país no quedó totalmente pacificado hasta el matrimonio de Huaya-Cápac con la princesa Toa, hija del jefe de la Confederación de Quito, de cuya unión nació Atahualpa. De esta manera se formó el Tahuantinsuyo o Imperio incaico, del que el Ecuador constituía el Chinchasuyo o sección norte. A la muerte de Huayna-Cápac el imperio se dividió entre Atahualpa, heredero de Quito, al norte, y Huáscar, del Perú, al sur.
Decapitación de un habitante de la aldea por soldados españoles
Enfrentamiento de los pueblerinos contra los españoles
La batalla de Pichincha
Composición ejércitos
Por el bando realista participaron 3000 soldados (casi todos americanos y unos 300 españoles) y por el rebelde 3500 soldados (peruanos, chilenos, argentinos y bolivianos).
Antecedentes
El 9 de octubre de 1820 se produjo en la ciudad de Guayaquil una revolución que proclamó su independencia de España. Alrededor de esta región el virreinato de la Nueva Granada había caído en manos independentistas en la batalla de Boyacá y en el sur José de San Martín se preparaba para el asalto del virreinato del Perú tras desembarcar en la costa peruana en septiembre de 1820.
En enero de 1821 Simón Bolívar envió refuerzos a Guayaquil y a Antonio José de Sucre para que dirigiese la campaña que conquistaría los territorios pertenecientes a la Real Audiencia de Quito y los anexaría a la recién creada República de Colombia presidida por Bolívar. Sucre atravesó los Andes en julio de 1821 tratando de llegar directamente a Quito vía Guaranda, pero por el camino se topó con un ejército realista que lo derrotó el 12 de septiembre en el mismo lugar de la batalla de Huachi y tuvo que regresar a Guayaquil.
Entonces decidió cambiar de estrategia: en vez de ir directamente a Quito esta vez se desviarían a Cuenca para cortar las comunicaciones entre Quito y Lima, aclimatarse también a la altura y evitar otro encuentro con el ejército realista. Asciendieron las heladas ladera del Cotopaxi y el 16 de mayo llegaron al valle de los Chillos. Aymérich al enterarse de ese movimiento decidió abandonar Machachi y ocupar Quito para evitar la llegada de los rebeldes. El 23 de mayo Sucre empezó a ascender el volcán Pichincha y a intentar tomar posiciones favorables.
Desarrollo de la batalla
Amaneció el día 24 de mayo de 1822 y el ejército rebelde se encontraba a mitad de camino de la cima. El ritmo de ascensión fue muy lento y la lluvia convirtió los senderos en barrizales muy difíciles de caminar. Sucre ordenó a un batallón salir de reconocimiento, pero fueron vistos por las tropas realistas apostadas en Quito y recibieron la primera descarga de infantería. La batalla había empezado.
Aymérich ordenó a sus hombres ascender el volcán para encontrarse con los rebeldes y a pesar de lo accidentado del terreno y los difícil que era la lucha en esas condiciones lograron el repliegue de los hombres de Sucre, que ansiaban la llegada del batallón británico Albión, conformado por mercenarios ingleses, franceses e irlandeses, que transportaban las municiones. El batallón realista Aragón fue enviado a una zona más alta para desde allí atacar al grueso del ejército independentista, cuando ya obtuvo la posición y se disponía a lanzarse sobre ellos apareció el batallón Albión que había subido incluso un poco más alto, junto al Batallón Magdalena, y desde allí derrotó al Aragón y rompió la línea de batalla realista que fue derrotado y disuelto.
En esta batalla solo participó la infantería debido a lo abrupto de terreno. No se usó ni la artillería ni la caballería.
Resultado final y bajas
Las tropas rebeldes derrotaron al ejército realista siendo las bajas por el bando realista de 400 muertos y 190 heridos, y por el lado independentista 200 muertos y 140 heridos.
Consecuencias de la batalla de Pichincha
La batalla de Pichincha supuso la desaparición de los fuerzas realistas de los territorios pertenecientes a la Real Audiencia de Quito y la incorporación de Quito, Guayaquil y Pasto a la Gran Colombia.
lunes, 11 de marzo de 2019
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